Una de las compañías más celebradas de la escena española actual, afamada por sus creaciones de teatro inmersivo y experimental, se suma al cartel del 37º Festival de Otoño con 12 horas de una singular y única tragedia griega. Hijos de Grecia es la propuesta que la troupe de los [los números imaginarios], bajo la batuta de su joven fundador y director de escena Carlos Tuñón, presentará sobre las tablas del Teatro de La Abadía al más puro estilo de las antiguas celebraciones dionisíacas y barrocas, con las puertas del teatro abiertas de la mañana a la noche, de 11.00 a 23.00 horas.
Con dramaturgia de Gon Ramos, en Hijos de Grecia, el espectador se convierte en parte activa del discurso, en un atractivo experimento escénico que combina textos clásicos con situaciones contemporáneas. El montaje, cuyo estreno absoluto tuvo lugar el verano de 2018 en el marco del Festival Clásicos de Alcalá, recibió una calurosa acogida del público y la crítica, con elogios como: “una obra arriesgada, ambiciosa y valiente” (Clásicas Críticas) y “teatro en vena en una experiencia única” (Gente con Duende). Proyecto Duas resumía así la propuesta: “doce horas de tragedia griega para visionar el antes, el durante y el futuro de lo que somos, seremos y fuimos”.
Pero, ¿qué significan hoy en día las palabras “tragedia”, “sacrificio” y “verdad”? ¿Cuál es la herencia recibida y qué legado dejamos? ¿Qué buscamos en el teatro y quiénes son los “héroes” contemporáneos? ¿Es nuestra “tragedia” válida? ¿Tiene nuestra vida un origen común al de los grandes relatos griegos? Estas, entre muchas otras, son las cuestiones que el ensemble de [los números imaginarios] plantea al público a través de una propuesta que recorre el mundo trágico griego desde los propios ojos, cuerpos y deseos de los intérpretes.
Carlos Tuñón se postula como “defensor de la emancipación del espectador” y de que este “se relacione con las artes como desee”. Sus Hijos de Grecia mantiene la línea participativa e inmersiva de los anteriores trabajos de su compañía: La última noche de Don Juan, Hamlet entre todos o La cena del rey Baltasar. En esta ocasión, vuelve a abrir textos de repertorio clásico, y lo hace a través de una creación colectiva, cuya duración, doce horas divididas en tres tramos, es la réplica del espíritu quela formación vivió durante los días de ensayo, para hablar, a partir de una tragedia griega, del teatro, del rito, de la guerra o de la idea de Europa.
“Hijos de Grecia no es la actualización contemporánea de un cuerpo de tragedias griegas, sino cómo una compañía de creación joven ha atravesado estos mitos con su biografía y sus preguntas: abrimos las puertas del teatro para pasar un día entero con el espectador, esperando que nuestras preguntas sean las suyas”, afirma Tuñón.
Teatro hecho desde las entrañas, del que sabe y duele. Teatro que te golpea, te provoca, te pregunta y, sobre todo, te hace disfrutar”. Manu de la Fuente, Gente con Duende
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